miércoles, 26 de mayo de 2010

lacánico

de Una temporada con Lacan, Pierre Rey.

No es mucho lo que uno elige.
Ni el momento en que nace, ni el nombre que lleva, ni el color de sus ojos, ni aquellos que más tarde nos lastimarán por haberlos amado. Salidos de un deseo que en todo momento seguirá resultándonos extraño, marcados al rojo vivo por el lenguaje y el lugar que incluso antes de que se nos concibiera nos había sido devuelto como nuestro por los otros, clamamos, con los ojos vendados, libertad y morimos a ciegas.